Mátame

Ese laberinto vacío de las pasiones… No puedo dejar de ser mujer… de ser pasional… de entregarme en cada orgasmo… de desnudarme… completamente… como se debe… con el alma.

Quiero ser tuya, sin condiciones… quiero arrancarte cada recuerdo y hacerlo mío. Quiero besar tus labios toda la noche y acariciarte en tus sueños hasta que termine yo en los brazos de morfeo… pero son los tuyos los que deseo con locura en cada noche solitaria en que tu presencia duele… y me gusta que me duela.

No quiero más mirarte bajo la niebla… ni dejar una mancha de sangre en el espejo empañado.

Quiero… no sé lo que quiero.

Quiero tus ojos.

Quiero verme en tus ojos.

Quiero que me hagas daño… porque eso hace el amor en mis historias.

Quiero ser mutilada.

Una y otra vez… porque ese es mi destino.

Quiero que llueva de nuevo sobre mi rostro… y sentirte penetrarme hasta tener un hijo.

Quiero cerrar mis ojos y sentir tu presencia a la luz de la luna.

Y tu mano rozar mis odiados tejidos.

Quiero reirme de la vida… poco a poco… suspirar cuando no haya risa… molestarme contigo y gritarte… desde el otro lado de la avenida.

Quiero dar mil vueltas en mi cama hasta verte… y mil vueltas al parque conversando… y sentarme y sentarnos… y conversar hasta del maldito dios mosquito.

Quiero hacerte el amor, porque cuando lo hago… nada me duele.

Cuando nada me duele… es que duele algo más profundo… Tanto quisiera decirte…

Tú eres todos mis males.

Tú eres mi pesadilla.

Tú eres mi enfermedad y mi desdicha.

Tú eres mío… tácitamente… en la oscuridad y a la luz del día. 

Mátame, bixo, mátame.