
La perra ya no es mía. A pesar que la tuve en sus primeros meses y fui la que se levantó entre 5 a 7 veces cada noche para acariciarla y cuidarla, a pesar que fui la que se desveló acariciándola para que no extrañe mucho a su madre biológica, a pesar que me la regalaron a mí...
Desde hoy no tengo derecho sobre ella. Quiero que esté bien y que la cuides como se deba y si apartarse de ella es hacerle un bien, espero que lo hagas.
Soñé con la perra y soñé contigo, fue en realidad una pesadilla. No creo que sea buena idea ni verte ni verla. Lamentablemente, o felizmente, las cosas tienen que quedar en el pasado, bien enterrado y con cemento de 3 metros.
Ten una bonita vida. No guardes rencores (yo trato de no guardarlos, aunque me cueste). Espero que aprecies a tus verdaderos amigos y sepas disfrutar los momentos lindos de la vida.
El telón ya había cerrado, pero esta vez, se apagaron las luces. Buen viaje.
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