Hace varias semanas cayó en mis manos “Sonríe mientras mueres” de Marcela Robles, una serie de reflexiones entorno al amor, el desamor, la muerte, literatura y la vida en general.
Fue interesante leer lo que en algún momento de mi existencia sentía o vivía… incluso pensaba, pienso. Los relatos son cortos y el libro pequeño. Como para leerlo de una volada y dormir en paz.
Lo recomiendo altamente.
Les dejo algunas frases que más me tocaron:
- ¿Por qué nos resistimos al amor? Las respuestas obvias cuelgan en el cordel de la indiferencia: Por miedo al dolor.
- Como dice el español Antonio Gala: “Se ama a quien se puede, como se puede y el tiempo que se puede. Y hay que dar, además, rendidas gracias”.
- “Cuando Pablo Neruda dice: ‘Oh maligna, ya habrás llorado de furia’, ¿cómo habrá sido la historia que sobrevuela el poema?”
- “Usted me desespera, me mata me enloquece, y hasta la vida diera por vencer el miedo de besarla a usted”
- “Sólo se goza cuando dos infiernos confunden sus llamas”.
- "Yo debo ser el único idiota que...”
- Mi casa es el horizonte.
- En mi viaje a Máncora, pude comprobar una vez más que García Marquez no inventó nada. Solamente tomaba nota
- “Soy el autor de mí mismo”, dice el gran dramaturgo y poeta isabelino en una de las frases más inspiradas de la literatura universal. El escritor (Shakespeare) no estaba imitando la vida en sus obras, la estaba creando.
- Escribo para saber quién soy.
- Escribo bajo la sospecha de que toda palabra es homicida.
- Una persona que ama es siempre una persona herida, porque se ve obligada a someterse a la no siempre dulce esclavitud del otro.
- La masturbación y la creación son parientes cercanos: ambos se ejercen en solitario y no tienen que ver con el ánimo narcisista o autocomplaciente que sí nutre al autor una vez que la obra está terminada.
- Solo tú sabes cómo se pronuncia el silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario