No podría tratar de ser amiga tuya...
es demasiado...
tanto y tan demasiado...
y si me tienes cariño como me tienes cariño
es un cariño que no lo quiero...
tú sabes que no de esa manera...
otra vez volver a olvidarme de ti,
otra vez a volver a sentir la calma que ya venía sintiendo,
otra vez a llorar y recordar todo de nuevo.
No PUEDO dejar que me quieras a tu manera
porque dejarte sería, poco a poco, matarme
No existió nadie que te quiera como yo.
Ojala lo exista.
Pero ya empezaba a olvidarme y volviste a cagarme el cerebro.
Fuiste el hombre mas importante en mi vida
y no por el tiempo
sino por la intensidad de lo que viví contigo...
¿Y todo eso a dónde va?
Ya lo habíamos hablado...
esta conversación ya la tuvimos...
Tú no me quieres como yo te quiero.
Gracias por repetírmelo tantas veces.
Sí, déjame.
es como el "te quiero...pero", en estos casos lo mejor es un adios rotundo que seguir caminando sobre incertidumbre.
ResponderEliminarComparto la opinión de Mariela, aunque duela, es preferible el adiso a la incertidumbre que enferma...
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